Los orígenes de la Hermandad se remontan al siglo XVII, momento en el que los abades del antiguo monasterio de San Basilio encargan las Imágenes de Nuestros Sagrados Titulares. Desde el primer momento los vecinos del Alcázar Viejo consideran suyas estas Imágenes y les profesan una especial devoción y veneración, haciéndolas receptoras de sus plegarias durante todo el año.
Existen varios documentos, como los realizados a instancias del corregidor de Córdoba D. José Eguiluz en 1796 y por el Obispo de Córdoba D. Pedro Antonio de Trevilla en 1820, en la que aparecía ubicada en el barrio del Alcázar Viejo la Cofradía de Nuestra Señora de la Paz, que procesionaba, hasta finales del siglo XVIII, los pasos de San Juan, Nuestro Señor Crucificado, Jesús con la Cruz al Hombro y Nuestra Señora de la Soledad. De lo cual podemos deducir que, al menos, la Imagen del Nazareno correspondía a Nuestro Padre Jesús de la Pasión.